miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sam

La primera vez que soñé con Sam ya lo conocía. Era mi mejor amigo. Yo tenía 10 años, él como 20. Vivía en Barranco, en el cruce donde empiezan (o terminan) las avenidas Bolognesi y Grau. Su casa era una típica casa barranquina de los 60's, de color verde pastel y ventanales cuadrados con fierros pintados de blanco. No recuerdo bien, pero probablemente había un Volkswagen escarabajo estacionado en la puerta.

Sam casi nunca hablaba y, cuando lo hacía, yo no podía escuchar su voz. Siempre iba adelante y yo atrás, casi a dos metros de distancia. Siempre yo en visión subjetiva y él en todos los planos que mi campo visual pudiera captar. Pantalón de jean oscuro, chompa azul, el pelo recortado algo despeinado. Iba tranquilo, caminaba sereno, seguro, a paso calmo. Relajado.

La segunda vez que soñé con Sam estaba distante, los dos metros ya eran cinco y parecía no importarle que yo iba detrás de él, siguiéndolo, yendo a donde el iba, a paso veloz para que no me dejara, para que no desapareciera.

La tercera vez Sam no estaba, fui a buscarlo a su casa pero no toqué el timbre. Me quedé parado en la vereda de afuera viendo hacia la ventana. Lo vi dentro de su casa, pero no hice nada.

La cuarta vez Sam no existía. Fui de nuevo a su casa pero ya no había nadie.

No hubo quinta vez, pero sí una primera vez despierto, en la realidad común, con los ojos abiertos. Fui a Barranco a buscar la casa de Sam y la encontré. Todo ocurrió muy parecido al tercer sueño, pero, cuando estaba a punto de estar seguro que lo que tenía al frente era su casa, lo olvidé. Olvidé a Sam, su chompa azul, el Volkswagen en la puerta, la distancia de dos metros y las palabras que nunca escuché.

El Sam que recuerdo se parece a quien soy ahora.

Yo me parezco a Sam, el Sam que soñé hace 12 años.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Dosmildiez I

Se van acabando las hojitas del block (bitacora) y aquí les voy dejando los dibujos que he escaneado. No he hecho ningún filtro, es todo lo que he dibujado en el año (bastante poco por cierto), y ya tengo un nuevo block para estrenar a fin de año para empezar el 2011 dibujando :)





lunes, 22 de noviembre de 2010

Superheroes

Quiero que cantes

"Una burbuja rodeó mi cabeza, sus labios seguían moviéndose pero no podía oír nada de lo que me decía."

El invierno no nos quiere dejar. El verano se asoma tímido, sin muchas ganas, titubea siempre pero al final se queda. Es una temporada donde casi siempre busco el exilio de esta vida, no huyo, solamente me resguardo para no terminar herido. Son meses cargados de emociones, las fiestas pues!, la Navidad significa un montón y a la vez nada. La familia, ellos son sin duda el significado. Y el fin de año, pues, definitivamente será como nunca antes lo ha sido. Expectativas y emociones aparte, al regresar seremos otros mis queridos viajeros!

Época de amores precoces, solía ser este el patrón de cada año; llenar ese vacío antes de que el año te diga chau y te des cuenta de que empiezas uno más sin una sombra que te acompañe al lado, no tu sombra, sino la de alguien más. Una sombra más grande que la tuya, que te abrace; o una más menuda, a quien puedas cuidar.

Pero esta vez, ni amores, ni sombras, ni estados irritantes de vulnerabilidad. Tan sólo una desesperada necesidad que encontró - al fin- un sustento en alguien más fuerte y que tiene la suerte de haber encontrado la libertad. Mi voz, aún herida y temerosa -muerta de miedo-, se sostiene en su voz. Ahí se resguarda, sin que el se entere, hasta la próxima voz de mando.

!Quiero que cantes!

Y esa será una orden.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Hola soy Mono Vergara y estoy en Vimeo

Moon es una canción que hice en Agosto del 2009, una de las primeras que grabé componiendo la música a base de elementos metálicos como cucharas, cuerdas, tenedores; y también la guitarra.

El video lo hice al siguiente día y lo colgué en YouTube. Recién hoy lo pongo en Vimeo y bueno, para los que no lo vieron aquí está :)

martes, 9 de noviembre de 2010

Somewhere and nowhere al mismo tiempo

Estar aquí y sentirse allá, muy lejos...

Hoy nos movemos, todos nos movemos a un ritmo sin descanso. Las sillas giran sobre sus sitios y se deslizan por los pasillos. Hacen ruidos, muchos ruidos, y los ruidos rebotan en las paredes y vuelven a golpearse con las del frente y vuelven a resonar en mis oídos. Las sillas se mueven, sobre sus propios sitios se mueven.

Alguien se separa del grupo, y todo el grupo se mueve. Se van. Salen de sus sitios y se sientan en otros. En sus sitios, vienen otros a ocupar sus lugares físicos. Su semblante, el emblema, eso queda, porque eso es permanente. El semblante, la silueta dibujada en el aire, la forma plástica e invisible que los ojos le dan al recuerdo.

Me siento allá, a donde ellos van, y me siento aquí, y aún muy lejos. No es la distancia, ni es el tiempo; somewhere, en algún momento, nowhere, hoy.

sábado, 30 de octubre de 2010

Hábito de lectura

El mejor momento para leer es cuando el sol se queda dormido en los brazos de la luna.

Me gustan las historias, largas, cortas. También las nuevas y las viejas. Los cuentos de mamá y de la abuela. Las anécdotas de mis tíos y de mis amigos. Las travesuras de mis sobrinos. Las de mis hermanos también. Todo esté o no por escrito, son piezas valiosas para mi.

Me gustan los libros, soy fanático de los libros. Quizás no tanto como lo soy de la música pero si he de confesar que he comprado más libros (originales) que CDs (originales). Sí, lo sé, no los he leído todos aún, y sigo comprando sin terminar los que aún tengo -muchos sellados todavía-, porque hay un feeling especial sobre leerlos y no leerlos, todavía.

Me gusta el olor de las hojas de los libros, la textura del papel, las formas del empaque, de la tapa y contratapa. El diseño de portada, contemplar con cierta inquietud la foto que le tomaron al autor. Foto que probablemente se repita en todas sus obras y no le guste. A mi me gusta!

Me gusta leer los libros que compro, y seguir comprando libros para poder leerlos según mis ganas. Ahora tengo a mi costado uno que llevo meses avanzando, poco a poco por la falta de tiempo (y la flojera). Es Todos los nombres del gran José Saramago. Ya voy por la mitad! Pero también tengo empezados La insoportable levedad del ser, parte de mi gran deuda con Kundera y La montaña del origen, un relato encantador que me atrapó desde la primera línea; este de Daniel Alcoba.

No me gusta ser tan ingrato con las historias que me cautivan, con las vidas que me dan vida y que están en esos libros que a veces ignoro. Tengo un compromiso que cumplir y va mucho más allá de un simple hábito de lectura. Hábito? Todo depende de las ganas, de los ánimos, de lo que me provoque leer, de lo que quiera imaginar y lo que quiera soñar.

Hoy quiero volar un poco con la ficción de un relato fascinante, mágico. Así que Daniel, a por la Montaña!

jueves, 28 de octubre de 2010

I Wish i could dormir

Quisiera poder dormir sin perder tiempo, mejor dicho, sin usarlo. Que el tiempo se detenga mientras duermo y que los sueños sean eternos.

Son días difíciles en mi cama, y mi cabeza está dando más vueltas que un carrusel. Mis orejas pesan dos kilos más que hace cuatro meses, y mis párpados están a punto de cubrir mis ojos para siempre. Estoy cansado, agotado, exhausto, pero aún no he terminado.

Me encantaría poder dormir un poquito más si quiera, y créanme que para llegar a reconocer que necesito descansar un poco más, es porque mis sentidos ya no responden igual que antes, y tristemente antes es lo mismo que tan solo unos cuantos meses atrás.

Informes, reportes, revisiones, correcciones, flujos, acciones, despliegues, diseño, maquetas, SEO, html, psd, ai, pdf, fla, swf, doc, ppt, jpg, png, php. Chamba oficial. Chamba extraoficial, freelo.

Lo bueno de todo, es que con fuerzas o sin ellas, he retomado un regular hábito de lectura que tanto extrañaba. El regreso a los cuadernos de dibujo y la reconciliación con los lienzos tomará un poco más de tiempo de seguro, primero dormir, trabajar rápido para poder dormir un poco más. Si quiera, un poco más si quiera.

¡Sí quiero!

miércoles, 27 de octubre de 2010

Paseando por la Feria del Libro

Yo sé, esta foto no es de la feria, pero es ilustrativa no?

Hoy fue mi segundo día de visita a la Feria del Libro "Ricardo Palma", en su regreso al parque Kennedy después de algún tiempo. Sí, la feria ya lleva algo de una semana pero desde la 1era vez que fui, sentí que no era para visitarla tantas veces. Me fui algo decepcionado.

Muchos libros sí, variedad de títulos, géneros, editoriales, sí, seguramente que sí, pero cosas novedosas: no muchas. Esa sigue siendo mi sensación después de la visita de hoy, de haber visto las mismas portadas en todas las ferias (contadas con los dedos de una mano) que suelen recorrer Lima y algunas universidades.

Fui con una lista de títulos que me interesaban mucho y de los que había leído algo en Internet. Está bien, sí, por dentro sabía que no los iba a encontrar y quería poner a prueba a los que ofrecían sus mejores ejemplares, pero de eso también se trata un poco las ferias ¿no?. Que te sorprendan, que te ofrezcan cosas nuevas.

De 12 encontré 2, y eso que de autores Latinoamericanos tan relevantes -y contemporáneos- como Benedetti y Fuguet. Hasta Donoso que en otras ferias estuvo fuerte, lo di por desaparecido. De Saramago, que nos dejó hace poco, sólo algunos títulos como sus Ensayos y el Hombre Duplicado. Ni por homenaje póstumo.

Sin duda la fiesta es de Vargas Llosa, hasta los stands de editoriales religiosas venden sus libros. Bien bien, por él, por nosotros y por los número$ de la feria.

Encontré sí algunos títulos que destacar, y por los que sí pienso regresar en los últimos días cuando seguro encontraré unos cuantos descuentos interesantes.



El Video y Yo

Pronúnciese VIDEO como en España: vídio.

Tengo muchas ganas de hacer algo en video, bueno, siempre he tenido la necesidad de grabar videos (mucha más que tomar fotos). Recuerdo que mi viejo tenía una cámara de video JVC que se la vendió una tía, eso cuando yo tenía 8 ó quizás 9 años. Comencé por grabar todo lo que tenía cerca; a mamá cocinando, a mis hermanos jugando, a mi hermana en la cuna, a mis peluches peleando entre ellos, creo que nunca a mi mismo. No recuerdo estar en algún video.

Este año tomé un Seminario sobre Videoarte a cargo de Angie Bonino, a quién considero una mujer genial, loquísima y sin duda talentosa. Me encantó el hecho de que jamás pasaba por alto ninguna pregunta que la gente hacía y siempre las respondía, Y SIEMPRE TENÍA UNA RESPUESTA!.

De hecho que alguien con tanta pasión y tanto conocimiento sobre lo que hace -videoarte-, te hable sobre ello y sepa como responder siempre lo que te cuestiones, te motiva, te emociona, te hace querer hacer. Así renacieron mis ganas por hacer algo en video, y de pensar -mucho- sobre qué plasmar, qué grabar.

Ahora estoy sentando en mi oficina frente a mi laptop. Al lado tengo una desktop con varios mails abiertos que hablan de acciones comerciales y temas de ventas. Aburrido (aburrido?)

Creo que voy a empezar por grabar mis días en esta frustración vocacional.

No es una mala idea by the way.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Esfera

Y de repente caímos, tu allí, yo acá, siempre la distancia en el medio. La oscuridad entre los dos. El vacío. Intentamos buscar la luz y no la encontramos.. Entre las sombras, sin embargo, encontré tu mano. Se sentía fría, húmeda. Me imaginé tus ojos, y me imaginé lágrimas en ellos. No pude imaginar tu sonrisa, de eso sí no tuve ni idea. ¿Sonreías? Lo pregunto porque en la oscuridad no lo pude ver, ni suponer; todo estaba oscuro aquí arriba también.

lunes, 2 de agosto de 2010

Sobre el silencio

"Pero el silencio no era un silencio liso y abstracto, sino que poco a poco fue adquiriendo esa complejidad que adquiere cuando se lo vive un tiempo largo y anhelante. Y entonces se advierte que está poblado de pequeñas irregularidades, de sonidos al principio imperceptibles, de apagados rumores, de misteriosos crujidos. Y así como mirando pacientemente las manchas de una pared húmeda empiezan a vislumbrarse los contornos de rostros, de animales, de monstruos mitológicos..."

- Sabato

martes, 6 de julio de 2010

Efectos Móviles (Objeción)

De repente se detuvo su respiración, y en el cielo explotaron un millón de esas pequeñas luces. El aura tibia del sol, rebotó sobre el espejo y sobre su vanidad insoluble. Las manos blancas se coloraron y mis ojos se dividieron en 3 pedazos, cada uno disperso en cada espacio. Mis brazos cruzaron las nubes esquivando los rayos multicolores y mis piernas jugaban a saltar sobre las cuerdas de las tres dimensiones.

Le di un abrazo a papá y le regalé un unicornio muerto al abuelo. Le dije a Dios que nadie me había seguido y le reclamé qué culpa tenía yo de haber encontrado aquel agujero negro debajo de la cama.

Él echó mis zapatos por un orificio, y su sonido en degradé lo convirtió en absoluto. Los guardianes rojos se echaron contra mi y me encadenaron. Sus ojos eran azules, y brillaban como el reflejo del sol sobre el mar de mediodía. La hora exacta de mi muerte, y los minutos de partida en aquella anticipada ceremonia de salvación.

El olor a eucalipto recetó mi discreción y me sostuve de las manos de un gigante. Descubrí en sus bolsillos un vacío que se parecía mucho a casa. Retomé el mismo camino cruzando la vía estelar. La aurora boreal irritada me cubría con angustia. Me volví tan predecible. Que hasta mis palabras desconcertaban.

Entregué mis llagas y mi casco destruido. La armadura de acero que quemaba fulgor verde, yacía sobre el jazmín, sobre el aroma más infinito. Le di cuerda al reloj de bolsillo y el tiempo dio vuelta atrás. Las manijas corrían a destiempo y mis codos lagrimaban a sangrar. Mi nariz se envenenaba con una ruleta rusa en el aire y mis parpados marchitos se jugaban al azar.

La novia de nadie había conquistado el cementerio a punta de un duelo de esgrima. La inservible serpiente podía aún más. La corona sujeta en la cien, los diamantes incrustados en el contorno de sus ojos. El abismo, la impotencia y el delirio, en cada pedido taciturno de compasión. La elegida había salido del bosque de plata a condenar a los que cultivan desechos. Un helecho conquisto mi razón, y me quedé dormido sobre una hamaca sin hilar viendo al sol nacer en un anochecer perfecto.

Los fuegos artificiales maravillaban el horario estelar. Las grietas de la luna se empezaban a cerrar. Los números carecían de sentido en el fuego, hasta en la carne cocida podía más el frío del averno. Sus ojos palpitaban e inundaron a cascar. Mis penas se corrigieron con la tabla de multiplicar. El hacha cortaba el agua, y dividía la eternidad en pedazos de ausencia. La demencia de la dulce espera le hacía proyectar un sueño sumergido en la mitad del mar.

Rogué por intuición y mis manos se escondieron en mis bolsillos. El sonido estridente del tilin tilin me condicionó a salir una vez más. Corrí hacía el entierro y me encontré con mi perfil entramado. Las manos al aire y un vaso sin agua sujetado por la nada. Los besos intuidos y una vez más la música; el redoble de tambores, las trompetas ahogadas, el chillar de los violines, el bong! del gong. Los cantos gregorianos, el vaivén de agua salada, el quiebre de un cristal. La melodía del final.

Viento

Si no hubieras abierto la ventana, jamás hubiera podido llegar al espacio.

James Yuill - On Your Own

domingo, 4 de julio de 2010

Mi Mamá es inmortal

Ayer mamá cumplió 47 años, y es quizás una de las pocas personas que conozco que no oculta su edad. Ella dice que se aumenta la edad antes de cumplir años para evitar que la gente le discuta la realidad. Mamá tiene casi 50 años pero parece de 30.

Mucha de esa gente piensa que es mi hermana, quizás porque tenemos la sonrisa parecida o porque las arrugas han sido mezquinas y no han podido con la tersidad de su piel. No hay grietas en el rostro de mamá, pero si hay rasgos de cansancio. Igual los años pasan, así no lo parezca pasan.

Ayer por la noche en un restaurante, terminando de cenar le regalaron un postre. Mamá no quiso que le cantaran el cumpleaños "hoy quiero estar tranquila" dijo. Todos probamos un bocadito del cheesecake de mora, e hicimos comentarios sobre la edad de Maritza, mi mamá. Mi hermano fastidiaba "¡Feliz 50 años!, por 50 años más!; Mamá dijo "No Gracias!, yo no quiero vivir 50 años más".

Yo pensé: "casi 50, y todo lo que ha vivido..., 50 años más es un montón!"

Luego dije en voz alta "Vivimos demasiado". Mamá me miró y asintió "Por eso yo no quiero vivir tanto tiempo más, no quiero llegar a vieja y que no pueda hacer mis cosas por mi misma".

Mamá me volvió a mirar y sonrió.

Le devolví la sonrisa con algo de nostalgia y me di cuenta de que mamá no es inmortal.

De que los años pasan y que mientras mis hermanos y yo crecemos, mis papás se resignan; a su nueva vida sin nosotros, a la edad, a la soledad, a los pocos años que quedan y a los muchos que les toca por llevar.

Hoy me desperté luego de haber dormido un buen rato, y mamá entra a mi cuarto. Levanto la cabeza para verla "Hola Mamita" le dije. Ella me dijo: "Hola bebé, despierta ahí te he dejado tu desayuno". La miré por un momento infinito y regresé por un instante a ser un niño de 7 años en uno de esos días en que no quería ir al colegio y que esperaba a que ella entrara a mi cuarto a despertarme.

Luego me sonrió, y volví a pensar que mi mamá sí es inmortal.
Ahora sí estoy seguro.

Corto: Get Out

Un muy buen corto de animación para un Domingo frío por la tarde.

lunes, 7 de junio de 2010

El último adiós

Hoy rocé sus labios y sentí que era la última vez. Hoy toqué sus manos y sentí que no lo volvería hacer. La miré a los ojos y ellos me dijeron todo. Su boca temblaba, su nariz sonrojada, sus hombros caídos, sus orejas heladas. Podía ver sus piernas cruzadas por debajo de las sábanas; su espalda recostada sobre un respaldar construido de almohadas. Las flores amarillas en el velador, el grito eterno del tiempo en las hojas marchitas. El agua en el vaso, la marca de sus labios en el abismo, el frio en el aliento, el calor de la fiebre en su cuerpo, el ardor del miedo en su garganta. La angústia contenida en mi alma.

Hoy rocé su enfermedad y sentí que se me iba. Hoy toqué sus callos y sentí la cruel dureza sobre su piel. La miré a los ojos y ellos me pidieron todo, menos compasión. Su boca estaba inquieta, su nariz irritada, sus hombros habían perdido las ganas, sus orejas olvidadas. Podía ver sus piernas dobladas por debajo de las sábanas; su espalda soportada por una pared de almohadas. Las flores violetas en el velador, el paso del tiempo en las hojas caídas. El vaso con agua, el frio en su cuerpo, cómo quema la desesperación! La impotencia que revienta en mi alma.

Hoy la vi cuando se fue. Hoy toqué su piel pero no la sentí. La miré sin que me mirara. Su boca estaba quieta, su nariz encogida, sus hombros al nivel de su garganta, sus orejas desechadas. Pude ver sus piernas rectas aún cubiertas por la sábana, su espalda erguida sobre el tumulto de almohadas. Las flores de colores sobre el velador, el tiempo eterno en sus hojas. El agua en los vasos, la marca de todos los labios, el frio, sin aliento, la fiebre tibia en sus cuerpos, el ardor que quema, el miedo que impotencia, la angustia, la desesperación. Mis manos soltando sus manos. El último adiós.

lunes, 10 de mayo de 2010

Todas esas cosas,...

De la sonrisa de un niño, a la caída en espiral de una colilla de cigarro que se desvanece al va y ven del aire. Desde las sombras en tus ojos, hasta las luces que estallan en los postes cuando corremos cuesta abajo. El olor a mar, la sensación a calor y frío que produce la brisa y el grito mudo de los taxis. Me quedé sentado alimentando a las palomas, y ellas me alimentaron a mi. Pude escribir una canción que hablaba de ellas, mientras que ellas hablaban de mi. Cuando llegaste, se fueron ellas, y se llevaron el papel, el lapicero y todas las letras. El lienzo quedó blanco de nuevo, falto de mucho, lleno de nada. Dibujo la sonrisa del niño y dejo caer las cenizas del cigarrillo al suelo. El resplandor del sol a contraluz dibuja una fuerte sombra bajo tus ojos. Se hace tarde y las bombillas de los postes explotan. El aire tibio, la humedad y el olor a mar. Me quedaré sentado una hora más, por esta tarde, por todas esas cosas.

viernes, 7 de mayo de 2010

Aún Así

Es la fe
la que aguanta cuando la casa se viene abajo

Es la piel
la que soporta cuando el cielo está llorando

Y desde aquí
puedo ver mejor la lluvia
como cae sobre ellos
no solo moja
también inunda

Cuido de este temporal
como cuido de tus años
y cubro con palabras tibias
mi corazón frio en tus manos

Puede ser
que quede algo
un te quiero
o un te extraño

Puede ser
que lo invente
al menos podré sentir
que aún no llegaré a morir

Es la fe
la que prolonga la sensación de angustia

Es la piel
la que se llena de miedo y no transpira
no renuncia

Y desde allá
podrás verme partir
como cruzo el universo
no solo viajo
también me convierto

Y aún así
puedo decir

Que cuido de este temporal
como cuido de tus años
y cubro con palabras tibias
mi corazón frio en tus manos

Es la fe
la que aguanta cuando la angustia se prolonga

Es la piel
la que soporta el miedo y no renuncia, no se ahoga

La casa que se viene abajo
El cielo llorando
esa sensación
la transpiración

jueves, 6 de mayo de 2010

La Extraña Sensación

Es la angustia
la sensación
de ir hacia atrás
tan rápido

De dejar de lado el mundo
y olvidarnos
de que estamos juntos
pero a la vez
separados

Es la angustía
para evitar el dolor
no me digas
que no duele
yo se que es el amor

Después del frio
y la oscuridad
después del silencio
y la eternidad

También vendrán por ti
seguro que es así
la extraña sensación
de estar y de no estar

Después del odio
y el rencor
después del cielo
y el honor

También querrás huir
sino puedes venir
para dejar de lado el mundo
y olvidar que estamos juntos

Es la extraña sensación
de ir hacia atrás
tan rápido

De que ser no es estar
y que eso no es amar

Quote

"Hablé de vos, de mis ansias"
- Cerati

lunes, 26 de abril de 2010

Vuelo Sin Escalas

Me sentaré
a jugar con las luces
de la oscuridad

Y tomaré
sin pedir permiso
a la soledad

En tu nombre pagaré la cuenta
a cambio de borrar
tu historia escrita
en mi disconeuronal

Esperaré
sin estirar el tiempo
y estaré
en tres lugares
en paralelo

No hay necesidad
de decir adiós
si el reloj
está marcha atrás

No hay por qué evitar
si no sabemos bien
si volveremos a cruzar
nuestros labios

Sentir en mis manos
el universo de tu piel
y tener la sensación
de que el todo es absulamente
imposible

Esperaré
sin estirar el tiempo
y estaré
en tres lugares
en paralelo

No hay necesidad
de decir adiós
si el reloj
está marcha atrás

Esperaré
esta es la única forma de hacerlo
y te propongo
un vuelo sin escalas
al cielo

No hay necesidad
de decirle a Dios
si nos queremos quedar
o no

viernes, 16 de abril de 2010

Song: Setting Lights



the new days are blooming and i can feel
the air through my hands up
and i feel blessed

the setting lights are starting to cover me
my eyes are full with sparkles and stars

and i have learnt to fly
and now i can talk to mice
and i forgot the day of my birthday

lunes, 12 de abril de 2010

707

Tomó la silla y la lanzó por la ventana. Cayó desde el piso siete a la pista, un carro se detuvo con una frenada brusca, la gente empezó a gritar y Carlos empezó a llorar por dentro. Estaba tembloroso y sudaba frio a pesar del calor que hacía en la habitación. Se sentó al borde de la cama, se llevó las manos a la cabeza y las bajó de inmediato, dejó su sudor sobre las sabanas blancas con estampados de florecitas rojas y luego las metió al bolsillo. Se quitó el saco y luego la corbata, la guardó en uno de los bolsillos. Buscó una cajetilla de cigarros rojos Seven en el bolsillo izquierdo del pantalón pero había una llave. Encontró la cajetilla en el bolsillo derecho, tomó uno y lo puso en su boca. Trató de encenderlo pero no tenía gas, buscó fósforos en la mesita de noche. Dejó el cigarro al lado del teléfono y se echó sobre la cama. Se quitó los zapatos con los mismos pies y creyó que podría dormir. A los siete minutos tocaron la puerta, un hombre gritaba -¡Abran la puerta!, ¡abran de una vez!- Se oía el murmullo de una mujer, seguramente la empleada de limpieza. Carlos se levantó rápidamente de la cama, se puso el saco y los zapatos y se acercó a la puerta. Dio una patada y luego abrió. El dueño del hotel se quedó mirándolo sin decirle una sola palabra, a su lado, una anciana vestida de negro le apuntaba con el dedo. Carlos dio un paso y los esquivó sin decir nada. Dio unos pasos más, se detuvo y volteó hacia el Sr. Millas -¿Algún problema?- La mujer se exaltó levemente y balbuceó lo que al parecer eran maldiciones, se calló, dio media vuelta y se fue. El Sr. Millas dio un largo suspiro, aspiro lentamente y sonrió –No, no se preocupe, no hay ningún problema-. Carlos caminó en línea recta por los pasillos. Entró al baño, se mojó la cara y se peinó. Sacó su corbata del bolsillo y se hizo nuevamente un nudo. Se miró al espejo y salió. Tomó el ascensor al primer piso y salió del Hotel Paris. Cruzó la avenida y vio el caos que había provocado el lanzar la silla en medio de la pista. Entró al Hotel Libertador, ignoró el recibimiento de los empleados del counter y siguió de frente. Llamó al ascensor pero subió por las escaleras. Detrás de él subía una mujer anciana vestida de negro gritándole que tenía que registrarse. Llegó a la habitación 707, sacó una llave del bolsillo y abrió la puerta. Cerró con seguro y comenzó a dar vueltas, estaba nervioso. Tomó algo de aire, vio el reloj, ya era hora. Contó hasta siete con los ojos cerrados y los labios pegados. Tomó la silla y la lanzó por la ventana. Cayó desde el piso siete a la pista, un carro se detuvo con una frenada brusca, la gente empezó a gritar y Carlos empezó a llorar por dentro. Estaba tembloroso y sudaba frio a pesar del calor que hacía en la habitación. Se sentó al borde de la cama, se llevó las manos a la cabeza y las bajó de inmediato, dejó su sudor sobre las sabanas blancas con estampados de florecitas rojas y luego las metió al bolsillo. Se quitó el saco y luego la corbata, la guardó en uno de los bolsillos. Buscó una cajetilla de cigarros rojos Seven en el bolsillo izquierdo del pantalón pero había una llave. Encontró la cajetilla en el bolsillo derecho, tomó uno y lo puso en su boca. Trató de encenderlo pero no tenía gas, buscó fósforos en la mesita de noche. Dejó el cigarro al lado del teléfono y se echó sobre la cama. Se quitó los zapatos con los mismos pies y creyó que podría dormir. A los siete minutos tocaron la puerta, un hombre gritaba -¡Abran la puerta!, ¡abran de una vez!- Se oía el murmullo de una mujer, seguramente la empleada de limpieza. Carlos se levantó rápidamente de la cama, se puso el saco y los zapatos y se acercó a la puerta. Dio una patada y luego abrió. El dueño del hotel se quedó mirándolo sin decirle una sola palabra, a su lado, una anciana vestida de negro le apuntaba con el dedo. Carlos dio un paso y los esquivó sin decir nada. Dio unos pasos más, se detuvo y volteó hacia el Sr. Millas -¿Algún problema?- La mujer se exaltó levemente y balbuceó lo que al parecer eran maldiciones, se calló, dio media vuelta y se fue. El Sr. Millas dio un largo suspiro, aspiro lentamente y sonrió –No, no se preocupe, no hay ningún problema-. Carlos caminó en línea recta por los pasillos. Entró al baño, se mojó la cara y se peinó. Sacó su corbata del bolsillo y se hizo nuevamente un nudo. Se miró al espejo y salió. Tomó el ascensor al primer piso y salió del Hotel Paris. Cruzó la avenida y vio el caos que había provocado el lanzar la silla en medio de la pista. Entró al Hotel Libertador, ignoró el recibimiento de los empleados del counter y siguió de frente. Llamó al ascensor pero subió por las escaleras. Detrás de él subía una mujer anciana vestida de negro gritándole que tenía que registrarse. Llegó a la habitación 707, sacó una llave del bolsillo y abrió la puerta. Cerró con seguro y comenzó a dar vueltas, estaba nervioso. Tomó algo de aire, vio el reloj, ya era hora. Contó hasta siete con los ojos cerrados y los labios pegados.

miércoles, 7 de abril de 2010

Lo que se supone que pudo ser...y nunca será

En la noche, algunas veces se puede sentir la soledad. Es el silencio, sobretodo eso, el sonido del vacío. Ya la brisa no es la misma, se ha vuelto tibia y solo me enfría el cuerpo, ya no lo estremece, no ablanda mis manos ni mis brazos para recibirte. Algunas otras veces pienso que es mejor estar ausente, callado, ocupando un espacio neutro entre la realidad y mi cabeza, quedarme quieto con miles de voces a mi alrededor corriendo a gran velocidad. Quedarme, detenerme.

Sigo pensando en todas las veces que te fuiste, recuerdo hasta el clima y el olor de la gente en las combis. El perfume que me recuerda a esos días y a las noches en que, con o sin un beso, nos decíamos adiós. Ya las calles no son las mismas, se han vuelto un caos, se han vuelto oscuras; no puedo caminar sin tropezar, sin que algo sorprenda mi tranquilidad. Todas otras veces ya ni siento mi presencia y me olvido de respirar, me ha sido difícil encontrar el ritmo. Pasé mucho tiempo respirando contigo.

Voy olvidándome de aquellas veces en que yo partía sin decir nada, en mis pataletas, en el tono accidentado de mi voz, sin querer, de mis quejas y mis llantos. Y me olvido así también de todas mis dudas, de tu silueta en mi cuaderno de dibujo y de tu nombre en mis mensajes en el celular. Aquellas otras veces se volvieron de lo más normal, lo que se supone que pudo ser no lo fue, y aún estás, ausente, como un fantasma. Aún puedo oler tu perfume en el mío, y tocar tu pecho en otros, porque nunca pude dejar de necesitar de ti, y descubrí que te podía recrear en otros cuerpos, y ponerte mil caras tan solo para no olvidar, para hacerte mía de nuevo, para estar seguro de que nunca lo serás.

martes, 23 de febrero de 2010

You! Me! Dancing!



The beats, yeah, they were coming out the speakers
And were winding up straight in your sneakers
And I'm dancing like every song who spends his bizzle
Like all my dance heroes would if they existed
And yeah it's sad that you think that we're all just scenesters
(And even if we were it's not the scene you're thinking of)
To taking props from nineties boy band fashions
All crop tops and testosterone passion

If there's one thing I could never confess
It's that I can't dance a single step

It's you!
It's me!
And there's dancing!

Not sure if you mind if I dance with you
but I don't think right now that you care about anything at all
And oh, if only there were clothes on the floor
I'd feel for certain I was bedroom dancing
And it's all flailing limbs at the front line
Every single one of us is twisted by design
And dispatches from the back of my mind
Say as long as we're here everything is alright

If there's one thing that I could never confess
It's that I can't dance a single step

It's you!
It's me!
And there's dancing!

viernes, 19 de febrero de 2010

Sandra

Genio

Dalí

Flaming Lips



Airplanes



It sounds like we
would of had a great deal to say
to each other
I bet when I leave
my body for the sky the wait will
be worth it

Bullets



You don't need diseases...

We Might As Well Be Strangers



I don't know your thoughts these days
We're strangers in, an empty space
I don't understand your heart
It's easier, to be apart

Esta noche...

...me di cuenta de dos cosas: que te quiero y que jamás te darás cuenta.