miércoles, 15 de diciembre de 2010
Sam
martes, 30 de noviembre de 2010
viernes, 26 de noviembre de 2010
jueves, 25 de noviembre de 2010
Dosmildiez I
lunes, 22 de noviembre de 2010
Quiero que cantes
sábado, 13 de noviembre de 2010
Hola soy Mono Vergara y estoy en Vimeo
Moon es una canción que hice en Agosto del 2009, una de las primeras que grabé componiendo la música a base de elementos metálicos como cucharas, cuerdas, tenedores; y también la guitarra.
Moon from Mono Vergara on Vimeo.
martes, 9 de noviembre de 2010
Somewhere and nowhere al mismo tiempo
sábado, 30 de octubre de 2010
Hábito de lectura
jueves, 28 de octubre de 2010
I Wish i could dormir
miércoles, 27 de octubre de 2010
Paseando por la Feria del Libro
El Video y Yo
miércoles, 6 de octubre de 2010
Esfera
lunes, 2 de agosto de 2010
Sobre el silencio
jueves, 8 de julio de 2010
martes, 6 de julio de 2010
Efectos Móviles (Objeción)
domingo, 4 de julio de 2010
Mi Mamá es inmortal
lunes, 7 de junio de 2010
El último adiós
sábado, 15 de mayo de 2010
lunes, 10 de mayo de 2010
Todas esas cosas,...
viernes, 7 de mayo de 2010
Aún Así
jueves, 6 de mayo de 2010
La Extraña Sensación
lunes, 26 de abril de 2010
Vuelo Sin Escalas
viernes, 16 de abril de 2010
Song: Setting Lights
lunes, 12 de abril de 2010
707
Tomó la silla y la lanzó por la ventana. Cayó desde el piso siete a la pista, un carro se detuvo con una frenada brusca, la gente empezó a gritar y Carlos empezó a llorar por dentro. Estaba tembloroso y sudaba frio a pesar del calor que hacía en la habitación. Se sentó al borde de la cama, se llevó las manos a la cabeza y las bajó de inmediato, dejó su sudor sobre las sabanas blancas con estampados de florecitas rojas y luego las metió al bolsillo. Se quitó el saco y luego la corbata, la guardó en uno de los bolsillos. Buscó una cajetilla de cigarros rojos Seven en el bolsillo izquierdo del pantalón pero había una llave. Encontró la cajetilla en el bolsillo derecho, tomó uno y lo puso en su boca. Trató de encenderlo pero no tenía gas, buscó fósforos en la mesita de noche. Dejó el cigarro al lado del teléfono y se echó sobre la cama. Se quitó los zapatos con los mismos pies y creyó que podría dormir. A los siete minutos tocaron la puerta, un hombre gritaba -¡Abran la puerta!, ¡abran de una vez!- Se oía el murmullo de una mujer, seguramente la empleada de limpieza. Carlos se levantó rápidamente de la cama, se puso el saco y los zapatos y se acercó a la puerta. Dio una patada y luego abrió. El dueño del hotel se quedó mirándolo sin decirle una sola palabra, a su lado, una anciana vestida de negro le apuntaba con el dedo. Carlos dio un paso y los esquivó sin decir nada. Dio unos pasos más, se detuvo y volteó hacia el Sr. Millas -¿Algún problema?- La mujer se exaltó levemente y balbuceó lo que al parecer eran maldiciones, se calló, dio media vuelta y se fue. El Sr. Millas dio un largo suspiro, aspiro lentamente y sonrió –No, no se preocupe, no hay ningún problema-. Carlos caminó en línea recta por los pasillos. Entró al baño, se mojó la cara y se peinó. Sacó su corbata del bolsillo y se hizo nuevamente un nudo. Se miró al espejo y salió. Tomó el ascensor al primer piso y salió del Hotel Paris. Cruzó la avenida y vio el caos que había provocado el lanzar la silla en medio de la pista. Entró al Hotel Libertador, ignoró el recibimiento de los empleados del counter y siguió de frente. Llamó al ascensor pero subió por las escaleras. Detrás de él subía una mujer anciana vestida de negro gritándole que tenía que registrarse. Llegó a la habitación 707, sacó una llave del bolsillo y abrió la puerta. Cerró con seguro y comenzó a dar vueltas, estaba nervioso. Tomó algo de aire, vio el reloj, ya era hora. Contó hasta siete con los ojos cerrados y los labios pegados. Tomó la silla y la lanzó por la ventana. Cayó desde el piso siete a la pista, un carro se detuvo con una frenada brusca, la gente empezó a gritar y Carlos empezó a llorar por dentro. Estaba tembloroso y sudaba frio a pesar del calor que hacía en la habitación. Se sentó al borde de la cama, se llevó las manos a la cabeza y las bajó de inmediato, dejó su sudor sobre las sabanas blancas con estampados de florecitas rojas y luego las metió al bolsillo. Se quitó el saco y luego la corbata, la guardó en uno de los bolsillos. Buscó una cajetilla de cigarros rojos Seven en el bolsillo izquierdo del pantalón pero había una llave. Encontró la cajetilla en el bolsillo derecho, tomó uno y lo puso en su boca. Trató de encenderlo pero no tenía gas, buscó fósforos en la mesita de noche. Dejó el cigarro al lado del teléfono y se echó sobre la cama. Se quitó los zapatos con los mismos pies y creyó que podría dormir. A los siete minutos tocaron la puerta, un hombre gritaba -¡Abran la puerta!, ¡abran de una vez!- Se oía el murmullo de una mujer, seguramente la empleada de limpieza. Carlos se levantó rápidamente de la cama, se puso el saco y los zapatos y se acercó a la puerta. Dio una patada y luego abrió. El dueño del hotel se quedó mirándolo sin decirle una sola palabra, a su lado, una anciana vestida de negro le apuntaba con el dedo. Carlos dio un paso y los esquivó sin decir nada. Dio unos pasos más, se detuvo y volteó hacia el Sr. Millas -¿Algún problema?- La mujer se exaltó levemente y balbuceó lo que al parecer eran maldiciones, se calló, dio media vuelta y se fue. El Sr. Millas dio un largo suspiro, aspiro lentamente y sonrió –No, no se preocupe, no hay ningún problema-. Carlos caminó en línea recta por los pasillos. Entró al baño, se mojó la cara y se peinó. Sacó su corbata del bolsillo y se hizo nuevamente un nudo. Se miró al espejo y salió. Tomó el ascensor al primer piso y salió del Hotel Paris. Cruzó la avenida y vio el caos que había provocado el lanzar la silla en medio de la pista. Entró al Hotel Libertador, ignoró el recibimiento de los empleados del counter y siguió de frente. Llamó al ascensor pero subió por las escaleras. Detrás de él subía una mujer anciana vestida de negro gritándole que tenía que registrarse. Llegó a la habitación 707, sacó una llave del bolsillo y abrió la puerta. Cerró con seguro y comenzó a dar vueltas, estaba nervioso. Tomó algo de aire, vio el reloj, ya era hora. Contó hasta siete con los ojos cerrados y los labios pegados.
miércoles, 7 de abril de 2010
Lo que se supone que pudo ser...y nunca será
martes, 23 de febrero de 2010
You! Me! Dancing!
The beats, yeah, they were coming out the speakers
And were winding up straight in your sneakers
And I'm dancing like every song who spends his bizzle
Like all my dance heroes would if they existed
And yeah it's sad that you think that we're all just scenesters
(And even if we were it's not the scene you're thinking of)
To taking props from nineties boy band fashions
All crop tops and testosterone passion
If there's one thing I could never confess
It's that I can't dance a single step
It's you!
It's me!
And there's dancing!
Not sure if you mind if I dance with you
but I don't think right now that you care about anything at all
And oh, if only there were clothes on the floor
I'd feel for certain I was bedroom dancing
And it's all flailing limbs at the front line
Every single one of us is twisted by design
And dispatches from the back of my mind
Say as long as we're here everything is alright
If there's one thing that I could never confess
It's that I can't dance a single step
It's you!
It's me!
And there's dancing!
viernes, 19 de febrero de 2010
Airplanes
It sounds like we
would of had a great deal to say
to each other
I bet when I leave
my body for the sky the wait will
be worth it
We Might As Well Be Strangers
I don't know your thoughts these days
We're strangers in, an empty space
I don't understand your heart
It's easier, to be apart