lunes, 3 de agosto de 2009

To my little person i guess

En una visita que me hicieron unos amigos, por cierto improvista, cambié la botella de vino que me regaló mi hermano por una de reserva española que le habían regalado a mi abuelo alguna vez . La guardé conservando la idea de la anterior: esperar a que llegue el día para tomarla contigo. El día terminó hace más de cuarenta minutos y, yo ya me había acostumbrado a la distancia, pero esta vez hiciste de las tuyas con tu ausencia. Te esperé desde mi cama, echado, con las luces apagadas, recordando el mismo día hace un año; esperé a que llegaras a tu casa, después de encontrarte con una noche solitaria, con una luna que se dejó ver más hermosa que nunca, como esa luna aquella vez cuando no te esperaba, cuando no te extrañaba; porque dormías conmigo. Salud.

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