Ed & Joane

Joane: No puedo creerlo
Joane: Las probabilidades de encontrarme contigo a lo largo de 10 años, eran de una en un millón
Joane: Lo bueno es que ya no tendré que verte hasta que venga unas 999,999 veces mas
Ed: Lo siento, creo que tu predicción no tiene sentido
Joane: Por que lo dices?
Ed: Las probabilidades no están medidas en cuantas veces podrias encontrarte conmigo, sino en la cantidad de instantes en tu vida.
Ed: Pero como no tenemos idea de cuanto dura un instante...
Ed: Aunque lo más probable sea que en este dia, siendo las 6,20 de la tarde, hayas tenido aproximadamente, 268,256 instantes de tu vida y el que acaba de pasar, ha sido solo uno de esos.
Joane: De que estas hablando?
Ed: Nada.
Joane: Que haces aqui?
Ed: (...)
Joane: (...)
Ed: Acaso no lo ves?, tomando un café y leyendo el diario de hoy
Joane: Muy gracioso
Joane: Quiero decir, que haces en la ciudad. Crei que cuando te mudaste ya no ibas a regresar nunca más, y si más no lo recuerdo, lo prometiste.
Joane: Eso significó una gran alegria para mi.
Ed: Que bueno!, yo también estoy muy felíz de verte.
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Joane: en serio, que haces aqui?
Ed: solo vine por trabajo, no te desesperes me voy en dos dias.
Joane: no no, esta bien, no me interesa cuanto tiempo te quedes
Ed: gracias!
Joane: digo, ... como has estado?
Ed: creo que bien
Ed: por que no habria de estarlo
Joane: ...
Joane: yo, nunca pude decirtelo pero en verdad lo siento mucho
Ed: no tienes porque hacerlo
Joane: no si, en realidad aún no puedo dejar de pensar en ese dia
Joane: nunca entendí porque pasaron las cosas de esa manera, acusarte, a ti, de la muerte de tu mejor amigo...
Ed: ...
Joane: cómo pudieron siquiera suponerlo, todos se creian estar tan seguros de que lo habias asesinado y todo porque tu habias estado ese dia con...
Ed: basta, es suficiente
Joane: lo siento, lo siento mucho
Joane: no! porfavor no te vayas, la que se tiene que ir soy yo
Joane: en realidad lo siento mucho, me encantó verte de nuevo
Ed: gracias joane
Joane: adios
Ed: adios Joane

R a w (4)

He despertado hoy y me encontré viviendo en la mugre, rodeado de basura y de recuerdos, piezas obsoletas y diamantes sin valor. Recostado sobre el piso, siento el hedor que desprenden; las repisas polvorientas y, los papeles húmedos regados al pie de la cama. No tengo voluntad para ponerme de pie, vivo y viviré siempre tirado en este suelo frío que me endurece la piel y la desgasta, que soporta el peso de mi cuerpo y que endereza mis vulnerabilidades. Tolera las insolencias de mi alma y el balbuceo de mis cuerdas vocales que garraspan de sangre y oxidan el aire, mezclado con el olor asfixiante si, pero aire al fin, con míseras gotas de oxígeno que retienen mis poros y que aún me dejan vivir.

Quién?

Alguien ha pintado el infierno en el techo de mi habitación.