jueves, 18 de enero de 2007

VOLVER (Pedro Almodóvar)


El cine ya sabe a que atenerse cuando va a recibir una obra de las manos del magnífico Pedro Almodóvar, y es que películas de el español hemos disfrutado todas de su sobria y a la vez soberbia filmografía. El aclamado realizador, guionista y director, nos trae esta vez una pieza maestra empapada de encantos sublimes y a la vez penetrantes, tanto en lo visual como en lo sorprendente de las actuaciones. Solo alguien como Almodóvar es capaz de hacer que Penélope Cruz deslumbre con una interpretación tan majestuosa como esta, seguramente el mejor de los roles que jamás haya interpretado en toda su carrera. No en vano, el efecto inmediato es que se nos cruce por la cabeza que Cruz se merece todos los premios posibles y existentes a la mejor actuación femenina.



La trama de “Volver” relata la vida de cinco mujeres alrededor del personaje de Raimunda (Cruz), una madre joven que guarda en secreto un trauma de la infancia que traerá a su madre, supuestamente muerta, de nuevo a la vida para pedirle perdón. El filme alardea por si solo lo gran logrado que están los personajes y lo bien que funciona ese rojo intenso en la pantalla, con tonalidades perfectamente combinadas que atraen constantemente la atención hasta provocar un delirio conceptual, bajo las intenciones mas sinceras de su creador.


Almodóvar retorna, como el mismo ha señalado, a los elementos que mejor han caracterizado sus más notables obras: el universo femenino, la maravillosa manera de dirigir y llevar a sus actrices, y la comedia dramática, envuelta en las costumbres y tradiciones de un pueblo que vive de su gente y sus supersticiones.

“Volver”, basada en un argumento que trunca expectativas, es una de esas películas que desbordan autenticidad, donde una puesta en escena minimalista, junto con planos muy bien logrados, una hermosa fotografía, y una estupenda banda sonora, son la prueba mas fehaciente que el cine de concepto es capaz de convertir universos cotidianos en historias auténticas que fácilmente pueden ser digeridas por un vasto tipo de público.

José Luis Vergara